Tanto la quería
Que tardé en aprender a olvidarla,
Diecinueve días y quinientas noches
Dijo hola y adiós
Y el portazo, sonó como un signo de interrogación
Sospecho que así
Se vengaba,a través del olvido
Cupido de mí
No, no pido perdón (no pido perdón)
J. Sabina