Madrid, con sus chimeneas, sus torretas, sus ventanillas, Madrid parece un navío en alta mar. Madrid, blanca sobre las negras aguas de la noche. Una ciudad dura más que los hombres: Madrid está cargada de emigrantes, a los que pasa de una costa a la otra de la vida. Lleva a una generación. Navega lentamente, a través de los siglos. Hombres, mujeres, niños llenan el navío, de sus cubiertas a sus bodegas. Ellos esperan, resignados o tiritando de miedo, encerrados en su bajel de piedra. Están torpedeando un navío cargado de mujeres y niños. Quieren hundir Madrid como un navío.
Antoine de Saint Exupéry